Mientras se celebraba el día del amor para San Valentín, el 14 de febrero, fallecía Paloma, una adulta mayor trans, testigo y protagonista de una época que quedó enterrada tras el Golpe de Estado de Pinochet. Paloma murió en una cama de un hospital público debido a un accidente vascular producto de un golpe. Este “golpe”, según consta en la denuncia hecha por la asociación TravesChile (que recoge el testimonio de la propia Paloma) fue producto de un ataque transfóbico en Quinta Normal.
Paloma resistió años duros en Chile, siendo una de las caras más conocidas dentro de los prostíbulos del Barrio San Camilo, previo a la dictadura militar. Tenía 74 años cuando el 2 de febrero fue encontrada insconsciente en Quinta Normal, siendo trasladada al Hospital San Juan de Dios, lugar en el que falleció.
En el mes de Abril, luego de dos meses de la muerte de Paloma sus cercanos presentaron una querella para que se investiguen las causas de su extraño fallecimiento tras ser encontrada inconsciente en la vía pública. En un video que grabó poco antes de morir, acusó a un hombre de haberla agredido.
En un video grabado por una amiga previo a su muerte, acusó que un hombre llamado Pablo la golpeó y empujó dentro de su casa. El sujeto sería un vecino y, a dos meses de su fallecimiento, sus cercanos presentaron una querella para que se investigue el caso.
La abogada de la Defensoría Popular, Victoria Herrera, explicó que “ha habido antecedentes de violencia que ejerció el denunciado, hasta que al final la terminó matando. Sin embargo, la denuncia que hizo la agrupación Traves Chile ante el Ministerio Público no fue tomada en consideración, no se han realizado diligencias de investigación”.
Silvia Parada, Katy Fontey y Luchita
“Yo conocí a la Paloma antes del Golpe de Estado del 73 cuando estaba el barrio San Camilo de punta a punta, estaba todo lleno de prostíbulos, casa de mujeres y casa de transformistas, como se les decía en ese tiempo a las travestis”, recuerda Katty Fontey, presidenta de TravesChile e impulsora de diversas acciones de acogida e integración de la población trans adulta mayor, tal vez el grupo más vulnerable y olvidado de la comunidad travesti – transexual de Chile.
Junto a Katty, Paloma era una de las únicas sobrevivientes de San Camilo, aquel mítico lugar donde el reconocido colectivo de arte homosexual “Las Yeguas del Apocalipsis”, de Pedro Lemebel y Francisco Casas, protagonizó una llamativa e inolvidable performance llamada: “La última cena de San Camilo”.
Para que no quede impune
El testimonio de Paloma se podría transformar en pieza clave para la investigación criminal que TravesChile espera comience a realizarse a la brevedad. Las activistas están tristes e inquietas, dudan de la preocupación e interés institucional por llegar a la verdad y hacer justicia. Tienen razones. La causa no tiene fiscal asignado y según se desprende de los documentos entregados, el caso quedó caratulado como “Otros hechos”. “Tendremos que hacer pública la grave denuncia del homicidio de Paloma porque cuando no se protesta ni se demanda a través de acciones públicas, nadie nos atiende”, dijo Silvia Parada.
“Este cobarde asesinato a una compañera trans adulta mayor no puede quedar en la impunidad. Tenemos antecedentes de agresiones y amenazas de vecinos contra Paloma, particularmente del tal Pablo, al que tenemos plenamente identificado”, dijo Parada a Presentes.
Y agregó: “Desde el 2004 existen más de 14 casos de compañeras travestis muertas en extrañas circunstancias y nadie le presta atención, ni ha realizado las investigaciones pertinentes. La impunidad se impone frente a los deseos de justicia”.
Ya han pasado casi 7 meses de la muerte de PALOMA y aun no hay culpable.
¿Qué pasó con Paloma?¿ Homicidio sin culpable?