El lunes venció el plazo para que los colegios subvencionados informaran si pasan a ser pagados. Pese a que los reglamentos no están listos, 757 optaron por ser gratuitos, entre ellos toda la red SIP, mientras que otros 20 optaron por ser pagados. A continuación sus historias.
“Hemos firmado un cheque en blanco, pero confiamos en que el Mineduc cumpla y presente los reglamentos en los próximos días”. Con esas palabras Lily Ariztía, gerente de la Sociedad de Instrucción Primaria (SIP), habla de la decisión de integrar los 17 establecimientos de la red a la gratuidad en 2016, cuando comience a regir la Ley de Inclusión.
De hecho, fueron los primeros en anunciar que pasarán a ser gratuitos. “Tuvimos un año de reflexión. No es idea propia: pasábamos este año o en dos más. Pero nuestra misión no está en ser colegio pagado. Decidimos sumarnos ahora a la gratuidad con la promesa de una mayor flexibilidad en el uso de la subvención en los reglamentos, porque hoy los colegios tienen necesidades reales que no pueden subsanar con los fondos de la misma subvención. Estamos de parte de una mayor flexibilidad, pero con rendición de cuentas”, dijo Ariztía.
Los colegios SIP actualmente tienen el 50% de sus estudiantes prioritarios -los que estudian sin pagar-, a ellos se suma un 6% de alumnos becados, por lo que actualmente más de la mitad ya estudia gratis. “Tenemos además un porcentaje de morosidad alto, por lo que es una situación un tanto complicada”, remarcó Ariztía.
De acuerdo al Mineduc, serán 757 los colegios que pasarán a ser gratuitos el próximo año. Como contraparte, se mantienen en 20 los establecimientos que se convertirán en particulares pagados y otros dos cerrarán. Uno de los colegios que pasará a ser gratuito es El Sembrador, en Puente Alto, mientras que el Colegio Manuel Baquedano cerrará sus puertas a fin de año.
“Estamos muy contentos, porque significan más de 230 mil jóvenes que pagaban y van a dejar de pagar por su educación. Avanzamos así en gratuidad y en educación como un derecho, en una ley que fue controvertida, pero hoy está dando sus frutos”, dijo la ministra de Educación, Adriana Delpiano.
Sin embargo, desde la Federación de Instituciones de Educación Privada (Fide) advierten que 12 de sus colegios ya les han notificado que cerrarán. “Hay muchos que se han tomado un año para analizar la situación. Once pasarán a ser pagados y 12 estarían cerrando el año próximo: cuatro en la Región Metropolitana, cuatro en Valparaíso y el resto en distintas regiones. Las razones son porque no pueden subir la colegiatura, como los que pasan a pagado, o porque no pueden llevar adelante el proyecto educativo por el que fueron creados. La mayoría tomará la decisión a partir del próximo año y muchos están a la espera del reglamento”, aseguró Jesús Triguero, presidente de la Fide.
Al respecto, el secretario ejecutivo de la reforma educacional, Andrés Palma, dijo ayer en el Congreso de Colegios Católicos realizado en la UC, que el Mineduc se encuentra afinando los reglamentos en torno a los “fines educativos” que se permitirán en el uso de las subvenciones. Según el Mineduc, serán cerca de 16 reglamentos que estarán terminados en los próximos días.
FIN A 35 AÑOS DE HISTORIA EN FORMACION TECNICO-HUMANISTA
Casi 1000 alumnos estudian en el Colegio Manuel Baquedano de Santiago, pero a partir del próximo año no podrán seguir haciéndolo. Esto, debido a que el 30 de julio se les informó el cierre definitivo del establecimiento particular subvencionado a través de una circular. “Fue una decisión de la sociedad sostenedora. Estimaron que los cambios que propone la reforma educacional hacen inviable el proyecto educativo y decidieron cancelarlo”, explicó el director del colegio, Marcelo Riquelme.
Asegura que recibió la noticia con tristeza, después de haber trabajado 35 años allí, misma edad que tiene el colegio. “Apenado y resignado uno recibe la orden, porque no tenemos nada que hacer frente a esta decisión. Es algo administrativo y no tiene que ver con la comunidad educativa. Hubo pena y frustración al principio, sobre todo en los apoderados y los alumnos, pero se avisó con anticipación para que todos tomen las precauciones y puedan buscar con tiempo otro colegio”, remarcó el director.
El establecimiento incluso organizó una feria de colegios que tienen la capacidad de recibir alumnos. “Estamos gestionando acciones como buscar colegios de continuidad para ellos y organizar actividades en que puedan otros planteles mostrarles sus proyectos educativos, de manera que puedan conocer una amplia gama de establecimientos para elegir y el próximo año puedan continuar estudiando sin problemas”, aseguró el director.
El colegio cobra un copago mensual de $ 54.000 y es polivalente, por lo que imparte una rama científica humanista, pero además especialidades técnicas en contabilidad y administración. Desde los apoderados aseguran que encontrar un nuevo colegio no es tan sencillo. “La verdad es que a uno le da mucha pena, porque uno matricula a sus hijos aquí pensando que van a terminar aquí y ellos se encariñan con sus compañeros y profesores. Además, tampoco es llegar y encontrar otro colegio, hay muchos, pero uno tiene que revisar bien caso a caso”, aseguró Claudia Gómez, apoderada.
El recinto obtuvo un Simce promedio de 218 puntos en Lectura, 239 en Matemáticas y 232 en Ciencias, todos por debajo de la media nacional e incluso por debajo de los resultados de colegios de igual grupo socioeconómico.
“OJALA QUE EL DINERO SEA PARA COMPRAR LIBROS PARA SUS HIJOS”
Un profesor normalista, que cree en la educación pública, es el dueño y director del Colegio El Sembrador de Puente Alto, fundado en 1986. Gilberto Aguirre explica que tomó la decisión de sumarse a la gratuidad porque “todos los muchachos tienen derecho a tener educación gratuita, salvo una pequeña elite que va a llegar igual a la universidad, porque sus padres pagan mensualidades que, incluso, superan los costos de una universidad”.
El Sembrador tiene 3.400 alumnos en sus tres establecimientos, todos ubicados en Puente Alto. Desde sus inicios se ubicaron en una de las zonas más pobladas de esa comuna: Gabriela Oriente. Y luego, a la altura del paradero 31.5 de Vicuña Mackenna, hacia el Poniente. También tienen una sede en el sector de Casas Viejas, el que es gratuito desde 2011.
En la sede central del colegio hay un 52% de estudiantes vulnerables, los que actualmente no tienen que hacer ningún pago. El 48% restante tiene que cancelar un copago de $ 12 mil mensuales, pero desde marzo de 2016 ya no habrá cobro a los apoderados.
Según cuenta el director, el 15% de las familias mantiene sus cuotas pagadas mensualmente, “el resto se pone al día recién en noviembre o diciembre para asegurar su matrícula para el próximo año”, dice Aguirre.
“Los padres ya no van a tener ese martirio, ni ese gasto. Y ojalá que ese dinero sea para unas buenas vacaciones o para comprar libros para sus hijos y tener pequeña biblioteca, pero no para un tablet o un celular”, señala el profesor y dueño de El Sembrador.
Cada año un centenar de alumnos del establecimiento da la PSU y en promedio obtienen entre 530 y 550 puntos. Muchos logran entrar a un plantel del Consejo de Rectores (Cruch) y otros acceden a planteles privados con el correspondiente costo económico para sus familias.
“Me carga que salgan muchachos con una mochila de deuda en la espalda, me hace sentir privilegiado por haber estudiado gratis en mi tiempo, pero a la vez siento que es algo muy injusto”, reconoce Aguirre.
Sobre la reacción de los apoderados, el director dice que “la gran mayoría se mostró contento, pero hay un buen numero desinformado, porque políticamente le han dado a esta ley un cariz que no es el que debería tener”.
Fuente: La Tercera
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