En un rincón de la memoria de Quinta Normal, se yergue un relato de tragedia que marcó a esta comuna en los albores de la década de los setentas. El 12 de octubre de 1973, un niño de tan solo 8 años, Eduardo Elías Cerda Ángel, encontró un destino prematuro en medio de los agitados días que vivió Chile.
Ese fatídico día, la familia de Eduardo se refugiaba en su hogar, buscando la paz que la agitación política de la época les negaba. Pero la tranquilidad se vio truncada por disparos en las cercanías de su vivienda en Quinta Normal. Con la curiosidad propia de su edad, Eduardo abrió la puerta de su casa, sin sospechar que sería el último paso que daría. Un disparo certero le alcanzó en el tórax, hiriendo también a una de sus hermanas. La desesperación se apoderó del hogar mientras la vida del pequeño se desvanecía.
El hermano mayor de Eduardo, con valentía y determinación, cargó el cuerpo sin vida del niño y siguió la patrulla militar que había disparado. Rogando por ayuda, logró que los militares trasladaran a su hermano en el mismo vehículo que había causado la tragedia. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, Eduardo llegó al Hospital San Juan de Dios ya sin vida.
El certificado de defunción atestigua que Eduardo Elías Cerda Ángel partió de este mundo a las 22:30 horas del 12 de octubre de 1973, a causa de una herida de bala en su tórax.
Hoy, con el paso del tiempo y la memoria de los testigos, se ha hecho evidente que Eduardo fue una víctima inocente de un uso indiscriminado de la fuerza por parte de agentes del Estado. Este trágico incidente violó su derecho más fundamental, el derecho a la vida.
En el corazón de Quinta Normal, la historia de Eduardo Elías Cerda Ángel perdura como un recordatorio de las consecuencias humanas de la agitación política de esa época, una historia que no debemos olvidar. Cada octubre, su memoria se eleva para recordarnos que, detrás de las estadísticas y los eventos históricos, hubo vidas inocentes perdidas y familias rotas. Que su recuerdo nos impulse a esforzarnos por un mundo en el que tragedias como esta no vuelvan a repetirse.