Alex Muñoz Viscarra, padre de cuatro hijos y vecino de Quinta Normal por más de 30 años, se presenta como candidato a concejal por el Partido Republicano. Con un enfoque en la seguridad, el apoyo a los adultos mayores y la mejora de los espacios públicos, Muñoz busca representar a los vecinos desde una perspectiva cercana y comprensiva.
Alex ha vivido una vida marcada por el Trastorno del Espectro Autista (TEA), lo que hizo de su adolescencia y adultez un periodo desafiante, especialmente en términos de salud mental y relaciones sociales. Sin embargo, fue en el COSAM de la comuna donde encontró las herramientas para desarrollar sus capacidades. “Esta condición no es una enfermedad, es una condición que limita ciertas cosas, pero fomenta otras capacidades”, afirma. Este proceso de aprendizaje y aceptación lo llevó a querer asumir el desafío de llegar al municipio.
Actualmente, Alex trabaja en una PYME junto a su hermana, dedicada al rubro del gas licuado. A través de este trabajo, ha podido mantener un contacto directo y cotidiano con los vecinos, escuchando sus preocupaciones y necesidades. “Aunque no voy a un cargo decisivo, mi compromiso es poner en la mesa cada una de las necesidades que escucho a diario”, asegura.
Uno de sus principales objetivos es aportar en temas de seguridad, buscando que los recursos destinados a este fin lleguen efectivamente a los vecinos. “Quiero que las familias vuelvan a las plazas y parques sin el miedo a ser asaltados”, enfatiza. Además, tiene un fuerte enfoque en la tercera edad, reconociendo que muchos adultos mayores de la comuna viven encerrados y con temor a salir.
En cuanto a la infraestructura, propone mejoras en las calles y luminarias, y destaca la importancia de los pequeños detalles que afectan la calidad de vida de los vecinos.
Muñoz cree firmemente que en estos tiempos, más que los partidos políticos, lo que realmente se necesita es cercanía y la voluntad de escuchar a la gente. “Siempre he tenido el deseo de ayudar a las personas, y aunque al principio me costó comunicarme, aprendí que escuchar es más importante que hablar”, concluye.
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