Desde una pequeña esquina en la Ampliación Lo Franco, en las intersecciones de Gonzalo Bulnes con Costanera Sur, Magaly Llanos, de 55 años, se ha convertido en un ejemplo de perseverancia y empoderamiento. Proveniente de San Carlos, en la región del Biobío, llegó a Santiago con 17 años, casándose y teniendo dos hijos en la capital. Su historia es una lección de cómo el esfuerzo puede transformar sueños en realidades tangibles.
Luego de trabajar por años como empleada doméstica, Magaly decidió emprender y convertir su hogar en su espacio de trabajo. Inició con la venta de pan amasado, kuchen, pastel de choclo y otros productos caseros, promocionando sus preparaciones con carteles en su casa en esquina, y pronto sus vecinos comenzaron a acudir a comprar. Paralelamente, cuidaba a una vecina mayor, y con el tiempo y el dinero ahorrado, pudo invertir en materiales para construir su propio local, hoy conocido como el Minimarket Adimax.
La construcción de su negocio tomó un año y cuatro meses, contando con el apoyo de su familia para el equipo inicial: una vitrina, una pequeña cortadora y otros artículos. Hoy, Magaly sostiene los gastos de su hogar gracias a su negocio, que se ha convertido en un referente de su comunidad. “Cuando uno se propone las cosas, sí se pueden lograr. Con disciplina y constancia, todo es posible”, dice con orgullo.
El crecimiento del Minimarket Adimax refleja el espíritu emprendedor que caracteriza a los habitantes de Quinta Normal, demostrando que, con dedicación y una visión clara, es posible superar las metas y contribuir al desarrollo de la comunidad local. La historia de Magaly Llanos es un recordatorio del poder de la autogestión y el empoderamiento, y su negocio sigue siendo un pilar de su barrio en Quinta Normal.
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