El intercambio de mails conocido entre ambas autoridades eclesiásticas, donde se demuestra la estrecha coordinación para vetar nombres que consideran inconvenientes en puestos específicos, generó un efecto político que podría dejar al arzobispo de Santiago fuera del evento ecuménico del próximo 18 de septiembre. Así al menos lo plantea un grupo de parlamentarios oficialistas.
El intercambio de correos entre los cardenales Ricardo Ezzati y Francisco Javier Errázuriz generó reacciones al interior del Congreso, particularmente entre algunos parlamentarios que se definen como católicos y cuestionan el comportamiento del prelado que se puede colegir leyendo la correspondencia publicada ayer por El Mostrador.
En los mails Ezzati se muestra muy molesto por una entrevista concedida en junio de 2014 por el sacerdote jesuita Felipe Berríos, donde este lanzó críticas a la Iglesia chilena. “Una hora de entrevista llena de soberbia y de afirmaciones contrarias al Magisterio de la Iglesia, utilizando al Santo Padre, en tono de profeta que denuncia la corrupción y la incoherencia de la Iglesia”, escribe a Ezzati y le pide a Errázuriz que “usted pueda hacer luz con quienes tienen responsabilidad de este nombramiento”.
También le advierte sobre la posibilidad de que Berríos sea nombrado capellán de La Moneda.
El ex arzobispo de Santiago –según un correo de respuesta– hace las gestiones para evitar el nombramiento de Berríos y revela que habló con el lobbista Enrique Correa para transmitir que el nombramiento del jesuita provocaría un escándalo.
Ambos purpurados, en otro intercambio, detallan su estrecha coordinación para bajar el nombre de Juan Carlos Cruz, una de las víctimas del párroco Fernando Karadima, en la Comisión Pontificia para la Prevención de Abusos Sexuales, intención que finalmente logran, así como abortar la exposición de Cruz, quien hablaría de su caso frente a un grupo de obispos de habla inglesa.
Frente a estas pruebas, el diputado Matías Walker (DC) fue uno de los primeros en cuestionar la presencia del cardenal Ezzati como orador principal en el Te Deum ecuménico que tradicionalmente se hace el 18 de septiembre. “No debiera presidirla por el bien de una institución ecuménica, que tanta tradición y respeto tiene entre los chilenos”, dijo ayer Walker a CNN Chile.
Hoy –como consigna La Segunda–, otros parlamentarios también de la Democracia Cristiana, se sumaron a este rechazo: “Ezzati no sólo no debiera presidir el Te Deum, no debería ser el arzobispo de Santiago”, agregó el diputado René Saffirio, y fue apoyado por su correligionario Ricardo Rincón, quien dijo que “Ezzati debe renunciar”. Mientras que Aldo Cornejo se sumó, afirmando que “con los correos conocidos no vamos a tener un Te Deum tranquilo”.
Por su parte, el presidente del Senado, Patricio Walker, admitió que: “Para ser franco, me genera un efecto muy contraproducente cada vez que oigo y escucho al cardenal Ezzati”, dijo
El presidente de la DC, Jorge Pizarro, por su lado puso paños fríos. “Es la propia Iglesia la que toma sus decisiones y la Iglesia es harto más que un determinado grupo de sacerdotes, ellos sabrán qué hacer”, aseguró.
Donde la postura es a favor de que todo se mantenga igual es entre los parlamentarios consultados de la oposición. Para el senador Juan Antonio Coloma (UDI) “la Iglesia, por ser un organismo autónomo, es la debe evaluar la conveniencia o no de que Ezzati presida el Te Deum. No hay nada peor que andar predicando sobre otras entidades”, dijo.
Algo similar planteó el diputado gremialista Javier Macaya. “Pedir que Ezzati no encabece el Te Deum, es como exigir que la Presidenta de la República no dé el discurso del 21 de mayo, por muy cuestionables y criticables que hayan sido sus declaraciones”, puntualizó.
Por último, en RN apoyan la decisión que tome la Iglesia. “Siendo la principal autoridad eclesiástica no debería excluirse, pero debe dar explicaciones a todo el país”, dijo el diputado Jorge Rathgeb.
Fuente: El Mostrador
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