En nuestra comuna Quinta Normal, se llevó a cabo la demolición de una construcción ilegal ubicada en el sector de Insett. La intervención se centró en una edificación levantada sin la autorización de los legítimos propietarios, quienes habían arrendado la propiedad a una persona que, con el tiempo, tomó posesión del lugar y comenzó a subarrendarlo, construyendo una segunda vivienda en el terreno. Esta estructura irregular era habitada por seis familias.
La decisión de demoler la vivienda fue tomada tras una serie de denuncias presentadas por los vecinos a la municipalidad. Los informes alertaban sobre incivilidades, conflictos y amenazas por parte de los ocupantes hacia quienes residían en el entorno. Según los antecedentes, el arrendatario inicial no solo tomó control de la propiedad, sino que también permitió la entrada de varias familias mediante subarriendo, dando origen a una ocupación ilegal que afectó la tranquilidad del barrio.
Ante esta situación, los propietarios del terreno acudieron al municipio para denunciar la ocupación ilegal. Durante el proceso de investigación, se descubrió que la construcción no contaba con los permisos necesarios, lo que derivó en la demolición llevada a cabo la mañana del miércoles, con el respaldo de la Dirección de Obras.
La alcaldesa de la comuna, Karina Delfino, se refirió al caso en una entrevista con el programa Mucho Gusto, afirmando: “Efectivamente, esta era una casa tomada, porque no contaba con el acuerdo de los dueños. Además, se generaban subarriendos irregulares. Con los dueños estamos recuperando esta propiedad”. La autoridad también indicó que la Dirección de Obras emitió un decreto de inhabilidad debido a la construcción irregular, lo que permitió proceder con la demolición y devolver la propiedad a sus dueños legítimos.
La construcción había sido destinada a alojar a varias familias migrantes en situación irregular, lo que exacerbó los problemas en la comunidad. La alcaldesa Delfino confirmó que en la vivienda habitaban seis familias, todas compuestas por personas migrantes sin la documentación adecuada. Estas familias no solo vivían en condiciones precarias, sino que también eran fuente de constantes conflictos en el vecindario. “Tenemos varias denuncias de vecinos y vecinas”, señaló la jefa comunal.
Uno de los vecinos afectados compartió que fue víctima de amenazas de muerte por parte de algunos ocupantes de la vivienda, quienes, según su relato, eran de nacionalidad colombiana. Este vecino decidió confrontarlos luego de varios días de ruidos y fiestas que afectaban la salud de su hijo, quien padece el Síndrome de Williams. “Vine a increparlos y me fueron a golpear el portón. Me amenazaron de muerte”, comentó. También mencionó que cuenta con una medida de protección debido a las amenazas recibidas.