Durante las décadas de 1940, 1950 y 1960, la comuna de Quinta Normal experimentó un significativo crecimiento urbano que marcó el desarrollo de diversos sectores residenciales. La expansión de la comuna durante este período fue impulsada por la construcción de nuevas poblaciones, tanto en terrenos fiscales como en propiedades privadas, respondiendo a la creciente demanda habitacional de la época.
Década de los 40: La Consolidación de Nuevas Poblaciones
En los años 40, Quinta Normal vio nacer diversas poblaciones que consolidaron algunos sectores de la comuna hasta entonces despoblados. Entre las más destacadas de este periodo se encuentra la Población Polígono, construida en 1940 sobre terrenos fiscales que anteriormente habían sido un polígono de tiro. Estos terrenos fueron destinados a viviendas obreras, campos deportivos y locales escolares.
En 1945, la Población Vargas Opazo emergió del loteo de una propiedad perteneciente al señor Vargas Opazo. Este nuevo conjunto residencial mantuvo el nombre del antiguo propietario, un vecino destacado de la zona.
Otro ejemplo significativo es la Población Simón Bolívar, que se originó en 1948 tras la ocupación de terrenos y la construcción de viviendas precarias, conocidas en ese entonces como “callampas”. Posteriormente, la Caja Habitacional construyó un conjunto residencial para regularizar la situación de los ocupantes.
Década de los 50: Expansión y Urbanización
A medida que se acercaba el medio siglo, la expansión continuó con la formación de la Población Nueva Matucana en 1943, producto de una ocupación de terrenos fiscales y particulares en las cercanías del río Mapocho. Similarmente, la Población Juan Antonio Ríos fue construida por la Caja de Previsión de Empleados Particulares en 1945, en honor al presidente recientemente fallecido, Juan Antonio Ríos.
El mismo año, los trabajadores de empresas como Copec y Sodimac encontraron soluciones habitacionales en la comuna. Estas poblaciones fueron inicialmente creadas para el personal de las empresas, aunque más tarde fueron vendidas a particulares y rebautizadas con nuevos nombres.
En 1953, tras prolongadas disputas por la regularización de los terrenos en el sector de Lo Espinoza, se creó la Población Coperquinta, a partir de la “Cooperativa de Vivienda Económica Quinta Normal”. Dos años después, se fundó la Población Paula Jaraquemada, que con el tiempo fue renombrada en honor al presidente Carlos Ibáñez del Campo.
Década de los 60: Nuevas Cooperativas y Proyectos Habitacionales
Durante los años 60, nuevas cooperativas y sistemas de ahorro y préstamo, fomentados por el Estado, dieron lugar a más iniciativas habitacionales en Quinta Normal. En 1960, la Población Las Mercedes nació como resultado de la ocupación de una cancha de fútbol por familias sin hogar. Posteriormente, la CORVI construyó viviendas en este lugar.
A mediados de esta década, también surgieron la Población Catamarca y la Villa Los Sauces, ambas construidas por empresas constructoras, mientras que la Población Brisas del Río se estableció en las márgenes del río Mapocho.
Entre los ejemplos de comunidades organizadas se destaca la Población Indus, nacida de la cooperación de los operarios de la industria homónima. Aunque la iniciativa comenzó a mediados del siglo, la culminación de este proyecto habitacional se extendió hasta 20 años después, destacándose como un ejemplo de perseverancia y tenacidad en el movimiento cooperativista de la comuna.
Un Legado de Lucha y Comunidad
El desarrollo urbano de Quinta Normal a lo largo de estas décadas muestra una rica historia de esfuerzo comunitario, iniciativas cooperativas y la constante búsqueda de soluciones habitacionales por parte de sus habitantes. Este legado de lucha y unidad sigue siendo un pilar fundamental en la identidad de la comuna.