En los 108 años de historia que Quinta Normal ha compartido con sus habitantes, han florecido y desaparecido diversos centros de entretenimiento y diversión. Algunos de estos lugares, conocidos como “picadas,” restaurantes, quintas de recreo, y otros de “reputación cuestionable,” desempeñaron un papel crucial en la vida social de la comuna. A través de relatos y testimonios de destacados vecinos, intentaremos rescatar estas joyas ocultas de la historia de Quinta Normal.
Hotel “El Edén”
Ubicado en la avenida Mapocho, frente a la calle Aguirre, el Hotel “El Edén” se erigía como un oasis de tranquilidad en medio del bullicio de la ciudad. Durante su apogeo, este lugar fue conocido por su elegancia y hospitalidad, convirtiéndose en un punto de encuentro para viajeros y quintanormalinos que buscaban una experiencia única.
Hotel “El Sol”
Situado en la avenida San Pablo, junto al Teatro Alhambra, el Hotel “El Sol” irradiaba un brillo especial en la vida nocturna de la comuna. Su combinación de luces tenues y música en vivo lo convirtió en un lugar preferido para los amantes de la diversión y el entretenimiento.
Casas de Niñas: “La Raquel,” “La Lolo,” “La María Valenzuela,” “Casablanca,” y “Miguelito”
En su pasado, Quinta Normal albergaba una serie de casas de niñas que, con el tiempo, se ganaron un lugar especial en el corazón de la comunidad. Entre ellas se encontraban “La Raquel,” en Mapocho con Cerro Navia; “La Lolo,” en Mapocho con Spech; “La María Valenzuela,” en Martínez de Rozas con General Barboza; “Casablanca,” en Leonor de Corte, entre las calles José Besa y Sergio Valdovinos; y “Miguelito,” en Martínez de Rozas con Francisco Lobos. Si bien estas casas eran conocidas por su misterio, también tenían un lado más luminoso. Las historias de estas casas y sus ocupantes se entrelazan con la vida de la comuna, recordando a los quintanormalinos la rica y diversa historia de su hogar.
A medida que la ciudad ha cambiado y evolucionado, estos lugares icónicos de diversión han desaparecido o se han transformado, dejando tras de sí un legado de historias y recuerdos compartidos. Quinta Normal, una comuna que ha experimentado un sinfín de transformaciones a lo largo de los años, sigue siendo un lugar que alberga la memoria colectiva de sus habitantes. Los relatos y experiencias que se han transmitido de generación en generación son el testimonio de una comunidad que celebra su historia y mira hacia el futuro con orgullo y gratitud.