Una nueva controversia sacude a la Ilustre Municipalidad de Quinta Normal tras la denuncia de un psicólogo del “Programa Lazos”, quien expuso una serie de irregularidades laborales, presunto acoso laboral y presiones para participar en actividades de apoyo a la gestión de la alcaldesa Karina Delfino, incluso fuera de su horario laboral.
Desde abril de 2023, el profesional fue contratado para desempeñarse en el Programa Lazos, una iniciativa del Ministerio del Interior y Seguridad Pública ejecutada a nivel local por la Dirección de Seguridad Pública (DISEPU) de la comuna, con el objetivo de prevenir la delincuencia. Aunque el contrato inicial culminaba en diciembre de 2023, en enero de 2024 fue recontratado en un rol similar, pero con funciones adicionales de asesoría organizacional en DISEPU.
En su declaración, el psicólogo detalló que, pese a ser contratado bajo un régimen de honorarios, debía cumplir un horario fijo de lunes a viernes, de 9:00 a 17:00 horas, y además asumir turnos de emergencia cada dos semanas, sin pago adicional por horas extra. Sin embargo, afirma que, a partir de enero de 2024, las condiciones laborales se volvieron más complejas: se le exigía participar en actividades que consideraba de propaganda política a favor de la alcaldesa, lo cual fue intensificado tras su negativa a involucrarse en eventos fuera de su horario.
El trabajador acusa a la coordinadora de DISEPU, Yamile Cabrera, de llevar a cabo constantes actos de acoso laboral, con comentarios que calificó como humillantes y despectivos, presionándolo a firmar un nuevo convenio con el Programa Lazos bajo amenaza de no recibir sus remuneraciones pendientes, que hasta esa fecha acumulaban más de tres millones de pesos. Según su relato, incluso fue citado a una reunión con el director de DISEPU, Rodrigo Arenas, quien lo instó a renunciar si no podía soportar la situación.
Además, el psicólogo asegura que el 25 de abril le llegó un decreto alcaldicio en el cual se le imputaban supuestos incumplimientos laborales y se calificaba su desempeño en el Programa Lazos, del cual ya no era parte desde diciembre del año anterior. Esta situación, según sus palabras, fue un acto de venganza que dañó su honorabilidad profesional y agudizó el clima laboral en su contra.
La municipalidad no ha emitido un comunicado oficial sobre estas denuncias, pero la situación ha generado inquietud entre trabajadores y vecinos, quienes expresan preocupación por los relatos de maltrato y presión en los espacios de trabajo públicos. El caso, que aún está en desarrollo, podría traer consigo una investigación formal si las denuncias escalan a instancias judiciales, mientras persisten las dudas sobre el clima laboral en el municipio de Quinta Normal y la implicación de funcionarios en actividades proselitistas.
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