Probablemente más de alguna vez te has hecho esta pregunta y es que pese a no ser algo exclusivo de los hombres, la ciencia se ha encargado de buscarle una explicación a este “fenómeno” que al parecer afecta a millones.
Para aquellas mujeres que viven a diario la situación de “sexo y sueño” junto a sus machos, una investigación del programa de salud, ciencia y medio ambiente de la Universidad de Nueva York, consignada por el sitio especializado estadounidense LiveScience, entregó una respuesta que podría satisfacerlas.
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En primer lugar, una de las razones más obvias podría ser que la mayoría de las parejas tienen sexo durante la noche y en una cama, un espacio en el que uno descansa luego de un día agotador, por lo que si es en ese mismo lugar que tienes relaciones, es esperable que luego del esfuerzo, él no quiera “más guerra”.
Pero ya adentrándose en una explicación más científica, una tomografía del cerebro indicó que para que una persona llegue al orgasmo, uno de los requisitos primordiales es dejar de lado el miedo y la ansiedad, por lo que al hacerlo, su organismo tiende automáticamente al relajo, lo que podría explicar una tendencia al sueño.
Luego, tenemos la bioquímica del propio orgasmo. La investigación determinó que durante la eyaculación, los hombres liberan un “cóctel” de sustancias químicas como noradrenalina, serotonina, oxitocina, vasopresina, óxido nítrico y la hormona prolactina, esta última está asociada a la sensación de placer sexual e interviene en el “tiempo de recuperación” que los hombres deben tener para iniciar una nueva relación. El mismo estudio arrojó que la prolactina aumenta cuando estamos dormidos, lo que explicaría un fuerte vínculo entre ésta y el sueño, lo que podría indicar que liberar esta hormona durante el orgasmo podría estimular el sueño para recuperar sus niveles.
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La oxitocina y la vasopresina, también están asociadas con el sueño, y su liberación va frecuentemente acompañada de melatonina, la hormona responsable de regular nuestro reloj biológico. Por último, también se cree que la oxitocina reduce los niveles de estrés, lo que a su vez podría conducir a la relajación y somnolencia.
Otra explicación relacionada con la evolución del hombre, da cuenta que a lo largo de la vida el objetivo principal de un hombre es producir tantas crías como sea posible, por lo que el sueño no sería un buen compañero. Pero aún así, como deben tener un tiempo de recuperación para volver a tener relaciones, el dormir se convierte en la mejor forma de cargar baterías y volver a la batalla.
Por último, también se concluyó que la somnolencia podría ser sólo un efecto secundario de una razón mucho más profunda, evolutivamente hablando, pues la liberación de oxitocina y vasopresina, también podría estar ligada a lo que se conoce como “apego emocional”, es decir, la liberación de estas sustancias químicas durante el orgasmo, aumenta los sentimientos de unión y confianza entre parejas sexuales, lo que puede explicar, en parte, la relación entre el sexo y el apego emocional.
Fuente Bio Bio Chile
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