El 20 de enero de 1930 se fusionaron la comuna subdelegación formada por Yungay y Quinta Normal, marcando un hito en la configuración administrativa que dio paso a la comuna tal como la conocemos hoy. Este acontecimiento fue clave para consolidar el desarrollo de un territorio que comenzaba a destacar en la ciudad de Santiago.
Durante esta década, Quinta Normal vivió un período clave en su desarrollo, consolidándose a través del trabajo de una Junta de Vecinos liderada por Enrique Durán Ugalde como alcalde, junto a destacados vecinos como Alberto Izquierdo, Marco Arriagada, Ribustino Torres Vera y Eliseo Durán Durán, representante obrero. Este equipo impulsó iniciativas que marcaron un antes y un después en la historia comunal.
Con una población de poco más de 40.000 habitantes y 3.859 propiedades registradas, Quinta Normal comenzaba a contar con servicios esenciales como ferrocarril, correos, telégrafos, Registro Civil, escuelas y un cuerpo de policía acorde a las necesidades locales. Sin embargo, no sin grandes desafíos, se impulsaron mejoras como la ampliación del alumbrado público, pasando de 500 ampolletas en 1933 a 2.500 en 1937, y se comenzaron a solucionar problemas sanitarios a través de obras de alcantarillado.
En materia de transporte, se intercedió para extender la línea Diagonal y se proyectaron nuevos servicios de autobuses para suplir la creciente demanda de la comuna. La educación también fue prioridad, enfrentando el déficit de cupos escolares para los 10.000 niños en edad de estudiar, con la creación de una escuela artesanal para adultos y una escuela femenina.
En este período también se trazaron los primeros planos reguladores para ordenar el crecimiento de la comuna, marcando un precedente en la planificación urbana.
La sede municipal: un emblema del progreso
Desde 1926, el municipio operó en el edificio ubicado en la Avenida Salvador Gutiérrez esquina Joaquín Walker Martínez, permaneciendo allí hasta 1982. En ese año, se trasladó a su actual ubicación en Carrascal 4447, en el Parque Lo Franco, gracias a la gestión de la ex alcaldesa Berta Fuentes Carrasco, quien transformó este parque en un bien de uso público para los vecinos.
El edificio actual, diseñado por Julio Echavarría Echavarría, destaca por su estilo colonial español y su ubicación en un entorno histórico. Este espacio no solo es un símbolo del avance de la comuna, sino también un homenaje al esfuerzo de generaciones que hicieron de Quinta Normal un lugar digno de orgullo para sus habitantes y de esperanza para sus descendientes.
Una historia marcada por el esfuerzo
La fusión de Yungay y Quinta Normal en 1930 sentó las bases para una comuna que ha avanzado gracias al compromiso de sus líderes y vecinos, quienes enfrentaron las limitaciones de recursos con una visión de futuro. Este legado sigue marcando el carácter de Quinta Normal, recordándonos que los sueños colectivos pueden transformar el territorio y mejorar la vida de sus habitantes.
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