A raíz de la emergencia de un sinnúmero de líderes estudiantiles universitarios y dirigentes sociales que han ocupado las calles de Chile en busca de cambios profundos en la sociedad chilena y que muchos de ellos, en la última elección parlamentaria, han sido elegidos como diputados y senadores, especialmente esta nueva fuerza política como es el Frente Amplio; me parece pertinente citar parte de un artículo escrito por Juan Guillermo Prado, publicado en un diario de circulación nacional el año 1993:
“ Hace 25 años los jóvenes parisinos y de otras ciudades francesas se tomaron las calles. La revuelta de mayo de 1968 fue calificada por un periodista galo como “un largo poema político escrito sobre los muros de La Sorbona y las demás facultades” (Cabe mencionar que otros investigadores han establecido que previo a este movimiento se produjo una gran efervescencia en la Universidad Católica de Chile con un carácter más político).
Sin duda, esas inscripciones murales fueron el mejor testimonio del pensamiento juvenil de ese mes de mayo:
_”Prohibido prohibir”.
_”Queremos las estructuras al servicio del hombre y no el hombre al servicio de las estructuras”.
_”La acción no debe ser una reacción, sino una creación”.
_”Si tienes el corazón a la izquierda, no tengas la cartera a la derecha”.
_”La novedad es revolucionaria; la verdad, también”.
_ “Sed realista, pedid lo imposible”.
_ “Tomemos en serio la revolución, pero no nos vayamos a tomar en serio a nosotros”.
_ “Nuestra izquierda es prehistórica”.
_ “En las facultades, seis por ciento de hijos de obreros. En los reformatorios, noventa por ciento de hijos de obreros”.
_ “En toda revolución hay dos tipos de personas: Las que la hacen y las que se aprovechan de ella”.
_ “Profesores, ¡nos estáis haciendo viejos!”.
_ “La revolución hay que hacerla en los hombres antes de que cristalice en las cosas”.
_ “Lo difícil es lo que puede hacerse inmediatamente; lo imposible, lo que necesita un poco más de tiempo”.
_ “La amnistía es el acto por el que muchas veces los soberanos perdonan las injusticias que han cometido”.
Pero, más allá de las barricadas, de las tomas de las sedes universitarias, de los eslóganes, la crisis social fue el hecho más importante y lo que la diferenció de todas las demás revueltas de la historia.
Fue un movimiento juvenil, de carácter anarquista, que comenzó en California en los inicios de la década de los 60 y que fracasó en Francia por su excesiva politización.
Pero, sobre sus cenizas, surgió la modernización de las relaciones laborales y la adaptación de la universidad a la sociedad industrializada. “.
¡¡CUALQUIER SEMEJANZA CON LA REALIDAD DE HOY, ES MERA COINCIDENCIA!!
Pablo García Ramírez
Trabajador Social